Los alumnos de 3 años, en su proyecto “MI FAMILIA” han tenido la oportunidad de conocer y aprender muchos detalles de profesiones tan variadas como: Arquitecto, Maestra, Jardinero, Peluquera, Ingeniero, Azafata de vuelo, Abogado, Aparejador, Amazon, Guía turístico, Diseñadora de exposiciones…
Y lo han hecho gracias a la presencia de sus padres y madres que amablemente nos han visitado durante varios días para explicarles todos los pormenores del trabajo que realizan en su actividad laboral. Han llevado al aula distintos materiales, maquetas y herramientas que utilizan a diario y a través del juego simbólico y de distintas actividades prácticas y de colaboración han podido enriquecer sus experiencias de aprendizaje y comprender de manera intuitiva el complejo mundo de los adultos, representados por las personas más importantes y más cercanas a ellos: sus madres y padres.
Que nos dice la biología y neuroeducación sobre este tipo de actividades
En las edades tempranas los factores genéticos, es decir lo que heredamos de nuestros progenitores, que son muy importantes para que nuestro cuerpo y nuestro cerebro crezca, madure y funcione, «se pueden ver potenciados o mutilados por factores educativos, sociales y culturales»(*). Y hoy ya sabemos que, gracias a la plasticidad del cerebro, el desarrollo de nuevas conexiones neuronales en estas edades depende mucho de las experiencias vividas a través de la interacción y el juego simbólico que los niños y niñas necesitan realizar para aprender, conocer y comprender el mundo que les rodea. «Familias y educadores-as somos los responsables de su educación y del ambiente que generamos a su alrededor y también del estímulo y del apoyo emocional que les proporcionamos» (*) que facilitarán o no un mayor y mejor desarrollo neuronal y las herramientas necesarias en su ardua, pero apasionante, labor de incorporación al mundo adulto.
ESTÍMULO, EJEMPLO Y APOYO
(*)David Bueno (Doctor en Biología y Especialista en Neuroeducación)