Una noticia largamente esperada: La Escalera Monumental del Colegio Calasanz – Escolapias de Alcalá abrirá de nuevo sus puertas

La Escalera Monumental de nuestro colegio, con la financiación de las propias Escolapias, ha terminado de ser restaurada por fin y se pueden recuperar las visitas guiadas que quedaron suspendidas por su restauración. El llamado también Palacio Laurent por haber sido adquirido por el famoso fotógrafo francés Jean Laurent, entre 1863 y 1882 volverá a abrir sus puertas y se podrán conocer sus curiosidades de la mano del historiador Vicente Fernández, un apasionado de todo lo que tiene que ver con el patrimonio artístico y cultural de Alcalá de Henares.

Días y horarios de visita

Sábados 

Mañanas

12:00 horas

Tardes

19:00 horas

Domingos

Mañanas

12:00 horas

No hay visitas

– Teléfono y WhatsApp para concertar visitas de grupos :

626418082 Rosa
680524385 Vicente

– Email:

escalera.monumental@escolapias.org 

rosac.calasanz@gmail.com

– Precio visita guiada 3€

– Duración aprox. 30 minutos. Luego tiempo libre para fotos.

El edificio es un palacio barroco, construido en 1725 por un noble navarro afincado en Alcalá, en el momento de su matrimonio. Reutilizando parte del edificio anterior del siglo XVII, le dotó de nuevos elementos, como una excelente portada con su escudo propio, un vestíbulo notable, un patio interesante, y sobre todo una ESCALERA MONUMENTAL de grandes proporciones, una «escalera de fachada», donde en un conjunto envolvente de luces, colores y formas, se funden los elementos esenciales del arte barroco, junto con las proporciones científicas más avanzadas del momento, a lo que se une su excepcional acústica, que permite convertirla con frecuencia en Centro de difusión cultural, con numerosos conciertos y representaciones teatrales.
El edificio ha tenido destacados moradores, el más célebre de ellos, el fotógrafo francés Jean Laurent, entre 1863 y 1882, que repintó y doró la cúpula de la escalera añadiendo su propio repertorio simbólico, siguiendo el canon artístico del estilo imperial francés, pero manteniendo casi todo lo preexistente.
Y para despejar los sentidos, la visita concluye en el patio posterior, que también tiene su encanto.