Una lección de solidaridad y afecto hacia el que más lo necesita.

Una vez más, tengo que felicitar, y enorgullecerme, en la medida en que me toca algo de cerca, al colegio Calasanz de Alcalá de Henares por la campaña de ayuda hacia los ciudadanos ucranianos que ahora nos necesitan a todos.
De nuevo, una lección de solidaridad y afecto hacia el que más lo necesita.
Un ejemplo que trasladáis a nuestros hijos e hijas, con la inmensa ventaja de que al ser una institución educativa, este tipo de actitudes ejemplares se las hacéis «respirar» en el mismo centro.
No ha sido, desgraciadamente, una movilización en bloque a cargo de la mayoría de los colegios de Alcalá de Henares; eso pensaba yo.
La capacidad de movilización que siempre habéis tenido para reaccionar en tiempo récord ante adversidades, o simplemente oportunidades para ayudar a los demás, no dejará de fascinarme.
Es por ello que tenéis y tendréis siempre toda mi admiración y cariño.
(Un padre)